Loella tiene una madre, hermanos, amigos, una tía amable… pero ningún padre. El espantapájaros es lo que más se le parece: a él le cuenta todo, con él se siente confiada. Sin embargo, Loella debe alejarse de él, de su madre y de sus hermanos para estudiar en un internado. Al volver a casa, encontrará un cambio insólito en su familia.